Hace unos años, estaba pasando por una época difícil en mi vida. Había perdido a un ser querido y estaba lidiando con la tristeza, no podía concentrarme en mi trabajo. Trataba de mantenerme positiva, sin embargo no podía evitar sentirme abrumada por las emociones que sentía. Una amiga me recomendó la terapia con esencias florales. Al principio, estaba un poco escéptica porque no sabía en que consistía. Cuando ingresé a la consulta me sentí de inmediato cómoda con la terapeuta, me hizo preguntas para entender mi estado emocional. Me explicó que las esencias ayudan a equilibrar las emociones y la mente. Que trabajan a nivel sutil energético, ven la causa de la dolencia. Luego, me dio esencias florales personalizadas para tomar en casa. Las empecé a tomar según las instrucciones de la terapeuta. Al principio, no noté muchos cambios, pero después de unas semanas, comencé a sentirme más tranquila, menos triste y más concentrada. Las emociones negativas que me afectaban se fueron aplacando lentamente y comencé a sentirme más positiva y mucho más animada.